Un porcentaje muy elevado de la población, casi un 80%, no tienen ni medios ni dinero para acceder a medicamentos y recurren a la medicina tradicional para paliar sus patologías, pero, muchas de éstas, necesitan de nuevos medicamentos que hoy por hoy, siguen sin llegar.
Obviamente los medicamentos no se toman por gusto, pues la palabra medicamento se relaciona con patología y ésta a su vez, aunque no siempre, con malestar; pero en este caso es diferente: el malestar no es el propio, es el de todas aquellas personas que sufren día a día enfermedades que, pudiendo ser tratadas, todavía siguen provocando la muerte a miles de personas.
Bajo un precio simbólico a este medicamento no le falta de nada: envase externo, blister y hasta un prospecto, algo diferente al que estamos acostumbrados a consultar, pero igual de válido, ya que muestra las patologías ajenas hacia las que van dedicadas indirectamente estas pastillas (Kala azar, malaria, tuberculosis, enfermedad del sueño, SIDA pediátrico y la enfermedad de Chagas). Enfermedades que aunque parezcan ajenas no lo son tanto. En España se presentan 120 casos de la enfermedad de Kala azar (Fiebre negra o leishmaniosis visceral) siendo las zonas más endémicas Boadilla, Manzanares y las Rozas.
¿Una única pega? su sabor mentolado, que es un poco fuerte, quizás para recordarnos que la vida no es tan dulce como la pintan...
Más información en:
http://www.msf.es/pastillascontraeldolorajeno/
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