Porque quiero ser como Peter Pan... niña por siempre jamás

Navidades antes y después
Porque cuando eras pequeña estabas deseando que llegaran las vacaciones de Navidad: luces, regalos, descanso, tranquilidad.
Porque cuando vas creciendo, el nerviosismo y la comedura de uñas es inversamente proporcional al tiempo que queda para que lleguen las fiestas. Ahora los que se manchan de turrón y de mazapán no somos nosotros sino nuestros apuntes.

¿Dónde ha quedado el tirarse horas frente a la televisión tragándote horas de dibujos?
Ahora, el tiempo lo aprovechas para tragar, sin digerir, los apuntes que durante todo el cuatrimestre has oído, que no escuchado, en clase y si no, te pilla el toro.
Para Reyes pedías juguetes, material escolar y cosas que sabías que verdaderamente te iban a traer aunque hubieras sido un poco malo, ¿ahora? no dejas de repetir: para Reyes aprobar todo, cuando todos sabemos que los Reyes Maestros no son tan generosos y que esos sí miran si te has portado bien o mal durante el cuatrimestre.
Antes sólo estaba nerviosa la noche del día 5 y deseaba despertarme para abrir todos los regalos
Ahora la única noche del año en la que no estoy nerviosa es aquella en la que horas antes me he tomado un Valium: cuando no es porque al día siguiente tienes un examen, es porque te falta mucho por estudiar y el examen se va acercando, y aunque hayas hecho el examen sigues en vela, porque miente quien dice que no se ha acostado más de una noche pensando: ¿por qué no me estudiaría esto, por qué no habré puesto lo otro?...
Antes el día 1 eras persona... y por la mañana salías a la calle y estaba toda desierta... ahora el día 1 lo único que está desierto es tu cerebro... de neuronas, que has estado matando durante toda la noche.
Porque quiero ser como Peter Pan...niña por siempre jamás.